Hemos escuchado y leído mucho sobre la promesa de democracia que trae internet. Como red descentralizada internet podía dar voz a todos sus usuarios por igual. Iba a eliminar las políticas y economías organizadas de arriba a abajo propias de las grandes corporaciones que han monopolizado las viejas empresas periodísticas de televisión y radio. Internet podía alentar a todos los ciudadanos a contar sus historias, diseñar sitios diferentes y a movilizarse y generar redes desde la base de la sociedad. Transformaría nuestro mundo en una "aldea global". Pero, ¿de quien es esa aldea global de la que hablamos? Y ¿esa aldea global existe realmente?