AA.VV
El poeta Xavier Villaurrutia describió a Manuel Álvarez Bravo como un San Dionisio moderno, un hombre que tenía la cabeza en las manos. Álvarez Bravo tomó fotografías constantemente en el transcurso de su larga vida, y siempre abierto a la experimentación, no menospreció la rapidez y la conveniencia de las cámaras Polaroid, cuando aparecieron en la década de 1960. Prologada con un texto conmovedor de la viuda del fotógrafo, esta selección de sus Polaroids en color descubre el lado juguetón y espontáneo del gran maestro mexicano de las luces y las sombras.