Durante la primera mitad del siglo XX, México fue el escenario de una eclosión artística cuya energía se puede equiparar a la de la revolución política que sacudió al país entre 1910 y 1920. Este libro apasionante y novedoso estudia esra explosión de actividad artística y presenta la obra de los artistas mexicanos, desde los pintores del realismo social Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros hasta los fotógrafos Agustín Jiménez y Manuel Álvarez Bravo, junto a la de sus coetáneaos internacionales como Philip Guston, Josef y Anni Albers o Edward Burra. Ilustrado con unas 200 impactantes imágenes, el incisivo texto de Adrian Locke examina el modo en que los artistas documentaron los espectaculares cambios provocados por la Revolución Mexicana, el papel del gobierno, que reclutó a algunos artistas para promocionar la aparición de una variedad autóctona de modernismo y la extraordinaria contribución de los artistas e intelectuales europeos y americanos al renacimiento cultural del país.
