Escritas en las islas marquesas poco antes de morir, estas rabiosas páginas constituyen el testamento de un artista consciente de la importancia de su obra pero condenado al exilio por la ceguera de la crítica.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información