A través de las imágenes de la herida y la herida de las imágenes, Javier Iáñez y Manuel Padín tratan de dar luz a las nuevas posibilidades de vida de la fotografía, a su poder para generar nuevos paisajes de lo (im)posible que asuman la potencia de sus fisuras y el eco de sus lamentos: la necesidad de bucear las heridas y ofrecerlas entreabiertas, a contracorriente de la tempestad. Bucear la herida. Paisajes (im)posibles de la imagen en la era postfotográfica se configura como una especie de manual de supervivencia para aprender a bucear en las profundidades de los océanos (audio)visuales que inundan nuestro paisaje contemporáneo. Iáñez y Padín reflexionan sobre la condición de la imagen en la actualidad, sobre sus múltiples heridas y fisuras, así como sobre sus posibilidades para generar un reparto de nuevas realidades.