En la primera etapa de trabajo de campo, la artista Marcela Quiroga Garza se dió a la tarea de intervenir puntos fronterizos de Chiapas, Tabasco y Quintana Roo los cuales hacen frontera con Guatemala y Belice, valiéndose del vídeo y de la fotografía mapeando así rasgos característicos de los habitantes de dichos puntos para posteriormente en una segunda fase reordenar este material documental generando un proceso de estudio.
Esta publicación construye un trabajo sólido sobre la relevancia de las prácticas artísticas sociales, dando importancia a la práctica metodológica del arte, sobre todo en la educación artística de universidades, asumiendo al artista como un investigador de sus propios procesos y de su alcance en lo social. Este trabajo de investigación lo aborda mediante seis visiones de la frontera entre piezas y documentación.
