AA.VV
En teoría, todos los ciudadanos de un país somos iguales ante la ley y contamos con los mismos derechos, pero basta con recorrer los barrios de la ciudad de México para comprender que en la práctica las cosas son diferentes. Mientras que muchas familias viven al día sin acceso a la educación y a la salud más elementales, otras acumulan fortunas superiores a los mil millones de dólares. México constituye la doceava economía del mundo y también una de las sociedades más desiguales del continente.
? ¿Cómo se explica esto? ¿Cómo se justifica y se sostiene nuestra absoluta indiferencia a la inequidad? ¿Cuáles son los mitos que la defienden en el imaginario colectivo? La desigualdad que vivimos no es solamente económica sino social. Es decir que mientras algunas personas cuentan con una educación y una alimentación privilegiadas, redes de contactos en el sistema jurídico y en el ámbito laboral, la mayoría de nuestros conciudadanos no recibe ayuda por parte del Estado para salir de los márgenes. ¿Esta diferencia es producto de la casualidad o de la “suerte” como pretenden algunos o el resultado de un plan orquestado por mentes proclives a la avaricia, mentes que se alinean de forma incondicional con el sector más privilegiado?