ENZO CUCCHI MARRAZKIAK, DIBUJOS, DRAWINGS, 1979-2001

ENZO CUCCHI MARRAZKIAK, DIBUJOS, DRAWINGS, 1979-2001

Editorial:
ARTIUM
Materia
Artistas
Páginas:
365
Encuadernación:
Rústica
$1,470.00 MXN
IVA incluido
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Este catálogo ofrece por primera vez en España una selección amplía y representativa de la evolución de los dibujos del artista italiano Enzo Cucchi. Estos dibujos han ocupado desde el inicio de su actividad profesional el centro de su actividad. Son, como él mismo dice, su alma. La muestra recoge el trabajo realizado a lo largo de un cuarto de siglo y permite al espectador, no sólo disfrutar de una visión directa de la génesis de su universo personal, sino que también le ofrece la oportunidad de revisar su obra en dicho medio.
Nacido en 1949 cerca de Ancona, Italia, Cucchi es autor de una obra en la que predominan el dibujo y la pintura, elaborada en la ensoñación y con una sorprendente capacidad narrativa. A finales de los años setenta se trasladó a Roma, donde dejó provisionalmente la poesía para dedicarse casi por completo a las artes visuales. Allí, Cucchi entró en contacto con artistas como Francesco Clemente y Sandro Chia, con los que estableció un fértil intercambio dialéctico e intelectual. Junto con ellos, Cucchi es considerado como uno de los principales artistas de la Transvanguardia, movimiento artístico italiano surgido a principios de la década de los años ochenta y que supuso una vuelta a la pintura figurativa, tras unos años caracterizados por la experimentación formal y conceptual de los denominados “nuevos comportamientos artísticos”.
Para Cucchi el dibujo, al igual que la pintura, es un medio de asociar formas, conceptos y materiales. Se vale de la expresión invasiva del gesto para transformar el papel o el lienzo en un territorio mágico poblado de imágenes y pensamientos, vehículos de un discurso fracturado en infinidad de elementos suspendidos. Cucchi nos presenta símbolos dispares, de matriz clásica u onírica, extraídos de la actualidad o del recuerdo, que se combinan y superponen sobre la textura cromática de la que, al mismo tiempo, parecen emerger. El abandono de las coordenadas espacio-temporales y las contuinuas incursiones en territorios culturales y emocionales coinciden con su indisciplinado uso del color y con su afán por experimentar con distintas técnicas artísticas, desde el papel quemado, al aceite o a la arena.
El dibujo es una parte integral en la actividad artística de Cucchi. Es el alma de su proyecto artístico. También es una disciplina en la que ha adquirido gran distinción. Con independencia de la importancia histórica y radical de su trabajo sobre papel, su capacidad como creador de imágenes y dibujante, en el sentido clásico, es impresionante. La clave de los dibujos de Cucchi está en su especial forma de rellenar las superficies. Con frecuencia, los bordes no están marcados. Las líneas que traza son, por supuesto, importantes, pero menos que el sorprendente efecto de pura profundidad y masa que es capaz de crear con poco más que un lápiz o un bolígrafo. La profundidad que crea permite ver lo que ocurre medio metro por debajo del papel. De ahí el interés por los estratos arqueológicos a los que están vinculados con frecuencia estos dibujos. Los dibujos de Cucchi tratan la dimensión profunda de la imagen, no lo que hay en la superficie. No aluden a una representación del espacio tridimensional, sino que indagan en la naturaleza de las cosas. Porque, en definitiva, para Cucchi, la idea de un dibujo es la única posibilidad, para un hombre, de pensar.