AA.VV
Nuestra alma es una morada, dice Gaston Bachelard, y al acordarnos de sus recámaras aprendemos a morar en nosotros mismos. Examinar el misterio de nuestros espacios estéticos nos debe llevar, por lo tanto, a saber vivir mejor con lo que somos. Este número es un homenaje a las potencias creativas que perduran en los espacios mexicanos del arte.