¿Por qué atribuimos valor a las obras de arte y de qué manera nuestras evaluaciones afectan nuestra forma de presentarles atención? Kermode responde a estas preguntas con un análisis de las cambiantes valoraciones de conocidos escritores y pintores, poniendo en el centro de la atención a Botticelli y Shakespeare. El capítulo dedicado a Botticelli muestra el olvido de este gran pintor hasta el siglo XIX y su revalorización gracias a la atención y las opiniones de Swinburne, Walter Pater y Aby Warburg entre otros. El análisis de Shakespeare se centra en las diversas formas de leer a Hamlet, desde Coleridge hasta Paul de Man y Derrida. En su reflexión final, Kermode pone en cuestión la clásica oposición entre opinión y conocimiento aplicándola a la tradición cultural y sus cambiantes contextos sociales y normativos. La obra está a merced de la opinión que la destruye y construye, pero sólo ella puede darle también su consistencia y <>. Desde las pautas de la Nueva Crítica, Kermode ofrece un ejercicio muy ameno, lúcido y riguroso de hermenéutica de la historia del arte.