JUAN CASTILLO. CADA DÍA ES +

JUAN CASTILLO. CADA DÍA ES +

Editorial:
CAAM
Materia
Artistas
ISBN:
978-84-92579-46-4
Páginas:
150
Encuadernación:
Otros
$651.00 MXN
IVA incluido
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En un momento de ocupación y de violencia, en concreto durante la dictadura chilena de Pinochet, donde se anhelaba la paz y la democracia, surge el grupo C.A.D.A. (Colectivo de Acciones de Artes, 1979-1985) con la decisión de incidir en la reformulación de discursos artísticos, como también de generar una obra activa que tensara la relación entre arte, política y ciudad. Ahora, desde la visión de occidente en crisis, quizás esta propuesta expositiva nos ayude a formularnos preguntas y poder descubrir el verdadero sentido de esas dos ideas (paz y democracia), que tan bien sirven para que las cosas sigan como están, bajo los intereses del Estado y el Capital. El Colectivo Acciones de Arte (C.A.D.A.) fue creado en Santiago de Chile, en 1979, por los artistas visuales Juan Castillo y Lotty Rosenfeld, el sociólogo Fernando Balcells, la escritora Diamela Eltit y el poeta Raúl Zurita. Las Acciones que generaron fueron: Para no morir de hambre en el arte, 1979; Inversión de escena, 1979; ¡Ay Sudamérica!, 1981; El fulgor de la huelga, 1981; A la hora señalada, 1982;No +, 1983; Viuda, 1985. Presentar esta propuesta, en este momento, en este continente, supone volver a reactivar su invitación a pensar los modelos políticos. Dos de los componentes del grupo C.A.D.A son los artistas visuales Lotty Rosenfeld y Juan Castillo, a ellos se les dedica en este proyecto un apartado importante para revisar sus últimas producciones. En el caso de Rosenfeld se realiza un repaso por su trabajo Una milla de cruces sobre el pavimento. El símbolo, parte del uso y la cultura socializable, se convierte en el envés con la mínima manipulación, una raya transversal a las líneas discontinuas de "permitido adelantar" se nos presenta como la negación de la suma, el signo más se transforma en un continuo de cruces a superar. También se realiza un recorrido por sus últimas producciones audiovisuales. El destino humano es una cuestión abierta, esta premisa permanece siempre presente en la propuesta de Castillo para dibujar una alternativa de revolución a través de los anhelos (sueños) de sus entrevistados, para así desde el presente buscar en esa parte onírica el hombre como algo que debe ser descubierto (Bloch, 1930-32). Quizás estas entrevistas se conviertan en espejos de lo que hoy somos, encontrando allí lo que podemos llegar a ser.