La lirosofía es superior a la ciencia porque lejos de tener que desterrar el sentimiento y la pasión para existir, se apoyará en ese suelo afectivo y fundará allí su evidencia: la evidencia de sentimiento. Su eficacia incontestable e inmediata se verifica entre otras cosas en el amor, el cine, la cábala o el comportamiento de los niños.