Jesús de la Garza, explorador sistemático del absurdo, ofrece una visita guiada a ciegas, una exposición de palabras, ubicando el antiguo diálogo de poesía y pintura en el plano de la reproducción en serie. A partir de Andy Warhol y su naturaleza muerta con benzoato de sodio, remonta la fascinación adolescente por lo nuevo al pop de su destape, un momento iniciático de la cultura cuyo envase sigue aquí. (Carmen Avendaño)