Frente a la creencia viva de que las vanguardias europeas significaron una ruptura con la tradición, Beat Wyss muestra en este elegante y provocador ensayo cómo la Modernidad clásica vive en realidad anchada en el Simbolismo del siglo XIX. Al mismo tiempo, descubre tibias correspondencias entre el fascismo y una vanguardia que sólo retrospectivamente, a partir de la posguerra, es liberada de su papel de víctima del Totalitarismo político. En el centro se sitúan obras de artistas y filósofos que han dado forma al pensamiento moderno entre los años 1870 y 1958. Y en medio de todo ello, como vínculo filosófico entre Mondrian y Heidegger, Kandinsky y Wölfflin, Le Corbusier, Nietzsche y Malévich, se sitúa "El mundo como voluntad de representación" de Schpenhauer. Beat Wyss es catedrático de Ciencia del arte y Teoría de los medios de la Escuela Superior de Creación Artística de Karlsruhe. Es miembro de la Academia de Ciencias de Heidelberg y, desde octubre de 2008, profesor investigador en el Instituto Suizo para la Ciencia del arte de Zúrich.