Hay autores póstumos, escritores cuyas obras sólo revelan su radical significado décadas después de haber sido publicadas. Éste es el caso de Iván Illich, pensador de extraña originalidad, polifacético e inclasificable, que apenas ahora -en medio de la catástrofe ecológica y el delirio tecnológico- alcanza su verdadero momento de legibilidad. En las páginas de Illich el lector contemporáneo encontrará no sólo una de las críticas más potentes dirigidas contra ese conjunto de prácticas, supuestos e instituciones que llamamos "modernidad", sino algo aún más urgente: la promesa de una sociedad más habitable.