Las relaciones artísticas entre los países latinoamericanos y caribeños es un tema fecundo y aún poco explorado, que aporta nuevas miradas a los procesos culturales de la región. El impacto del arte de México en Cuba entre 1920 y 1950, es revelado por la autora mediante un análisis del sistema de la cultura artística que integra la configuración de repertorios visuales modernos, atravesados por las demandas y circunstancias de sus contextos y por las aspiraciones y polémicas de los artistas ante la creación misma.áCon el sustento de abundante información sobre los pintores cubanos relacionados con México y el circuito de exposiciones y publicaciones, se incorporan referencias sobre la pintura mural en la isla, las visitas de Vasconcelos y Siqueiros a Cuba, las escuelas de pintura al aire libre, y el legado de México en reconocidos intelectuales cubanos como Alejo Carpentier y José Lezama Lima, entre otros.