Cuando la meteórica trayectoria de Joy Division llegó a su fin el 18 de mayo de 1980 con el suicidio de su líder Ian Curtis, tan solo un par de días antes de que empezaran su primera gira por Estados Unidos, comenzó casi simultáneamente la mitología que los consagraría en definitiva como una de las bandas de rock más importantes de todos los tiempos, pese a haber grabado apenas un par de discos. Desde su improbable surgimiento en el páramo industrial de Manchester de mediados de 1970 y su obcecación con un sonido y una actitud que definiría buena parte del post-punk, la historia de Joy Division es tan única e inverosímil que se resiste a ser contada con fidelidad? quizá salvo por los propios miembros de la banda y su entorno.