Ricardo Pérez Montfort, en un diálogo con imágenes preservadas en la Fototeca del INAH, hace una revisión somera de la historia de las drogas en las primeras décadas del siglo XX en México, no sólo para dar fe del tránsito y la imposición de un criterio prohibicionista e intolerante desde la esfera gubernamental, sino también para desentrañar una complicada red de complicidades, corrupciones, temores, presiones, actitudes e intereses en la que la clandestinidad enlaza la producción, el tráfico y el consumo con las autoridades oficiales. Lejos de lo que podría pensarse, la conciencia social mexicana no siempre vio el asunto de la drogas como un "tabú" o, como lo es hoy en día, un tema tan íntimamente asociado con actitudes prohibicionistas. Los argumentos centrales de la emergente intolerancia gubernamental rara vez reconocieron estos orígenes; más bien se asociaron con principios de "higiene social" o con hipócritas intentos de "evitar la degeneración de la raza".